martes, 16 de octubre de 2007

EL CUADRO I



En la parte superior de la cabecera de mi cama, a modo de cuadro, tengo enmarcado un pergamino. Sus letras y dibujos, tienen cierta reminiscencia del estilo gótico, lo cierto es que parece el presente de un viajero en el tiempo. Pero no es así.

El contenido de este pergamino es una valiosa reflexión hecha por alguien a quien quiero, respeto y admiro mucho. Gracias, papá:

"Haz de saber, hija mía, que nada en el mundo sustituye a la constancia. Pues el talento no la sustituye, ya que nada es tan corriente como los inteligentes frustrados. El genio tampoco, ya que resulta normal el caso de los genios ignorados. Ni tan siquiera la cultura y educación sustituyen a la constancia, pues el mundo está lleno de fracasados cultos y bien educados.

Solamente la constancia, la paciencia y la decisión conllevan a tener fe en los propios actos, y este es el camino hacia el éxito.

Tu padre"

Al leer este escrito, mi mente y mi corazón experimentan una emoción comparable a la que sintió Aixa, la madre de Boabdil, al contemplar su jardín predilecto en la Alhambra: " El patio del paraíso...se abría innenarrable a los sentidos, logrando su primer propósito: que el alma comprendiese que había llegado al paraíso prometido en los libros sagrados, ¿ para que esperar a otra vida?, parecía preguntar su hermosura extraordinaria..."-( Boabdil, Tragedia del último rey de Granada, Magdalena Lasala). De igual modo, la belleza y la riqueza humana de las palabras de mi padre, han calado hondo en mi espíritu y, consciente pues de su valía, siempre intento poner sus consejos en práctica en mi vida diaria.

Mi padre es un hombre serio en apariencia- aunque le gusta bromear con sus más allegados-, paciente, no muy hablador- es más practicante del arte de saber escuchar-, calmado- siempre se toma el tiempo que considera oportuno para hacer las cosas, ni más ni menos del necesario-, relajado y relajante- pues tiene la habilidad de transmitir tranquilidad con el sonido de su voz-, comprensivo, creativo y arriesgado a su manera, pues como afirma Eudora Welty: "Una vida abrigada puede ser también una vida osada, pues todos los desafíos serios empiezan dentro de uno". En tal caso, mi padre se auto desafía varias veces al día porque es un pensador constante.

Mi madre lo define como "la balsa de aceite" de la casa, por la tranquilidad que nos inspira a ella y a mí su presencia. Yo pienso que él es la versión moderna de lo que en China se conocía como Yuyuan, el jardín de la salud y la tranquilidad; y estoy segura que él siente, cuando llega a casa después de un duro día de trabajo, que su hogar es Tianxia, vocablo chino que significa "Todo bajo el cielo".

Papá, hoy sentí la necesidad de hacerte este pequeño homenaje. Gracias por todo.

1 comentario:

Marmi dijo...

Enkrateia,la emoción me ha embargado cuando he leído este artículo. Me ha llegado muy adentro. Me siento muy orgullosa de ti. Al hilo de lo que has escrito te pediría que no te desanimes y sigas escribiendo cada vez más, pues además de deleitarnos a los demás tu consigues cada vez estar más cerca de tu meta: SER ESCRITORA.